El salon habia sido transformado como por parte de magia en un elaborado bosque encantado, con bonitos esqueletos del Dia de Muertos mexicano colgados de enormes arboles muertos que alcanzaban los altisimos techos, envueltos todos en miles de luces parpadeantes, espejo de las diminutas azucenas estrelladas blancas que Charlotte se habia colocado entre sus negros mechones.
Charlotte dejo atras el extrerior de la casa encantada de camino a la pista de baile y se maravillo con los juegos macabros, como "La pesca del pato muerto" y un juego de dardos con replicas de cerca de las cabezas de sus profesores montados sobre un muro a modo de dianas.
Charlotte se rio mientras el estudiante recibia de premio una muñeca rota vestida con una sucia sudadera de Hawthorne High hecha jirones.
En realidad, Charlotte era la unica que presentaba atencion.Ansiaba disfrutar de cada segundo de la velada.
Miro hacia las mesas redondas dispuestas en el perimetro del suelo ajedrezaso de la pista de baile.
En un extremo de la atestada estancia diviso a Damen. Los cielos se abrieron y un rayo de luz celestial le iluminó, al menos eso le parecio.Allí estaba sentado, tan fino y galante como una estrella de cine, en un esmoquin negro y blanco, igualito al de su salvapantallas.
Ya, bueno, luego nos vemos dijo Damen sin prestarle demasiada atencion.
Escudriño la sala durante unos minutos y de pronto su mirada se cruzo con la de Charlotte.
Charlotte lanzo un grito apagado al percatarse de que la miraba a ella ¡podia verla!
La musica gano intensidad justo como en una de esas viejas peliculas de Hollywood en blanco y negro. Charlotte no pidia creerse lo que allo estaba sucediendo.
Damen se quedo boquiabierto cuando Scarlet quedo totalmente a la vista, y lo mimo le sucedio a Charlotte.
Charlotte los observo con anhelo.Su soso vestido vintage combinaba a la perfeccion con el papel estampado que tenia detras, tanto era asi que apenas se la distinguia contra el fondo.
Damen y Scarlet se destacaron por hacer algo que les gustase a ambos y echaron a andar hacia la cabina el pinchadiscos.Lo estaban pasando de miedo escogiendo temas anticuados de la seleccion de vinilos, que luego mezclabnan con lo ultimo de lo ultimo que almacenaba Scarlett en su ¡Pod.
CAPITULO 23
LA FANTASMA QUE HAY EN TI
Charlotte se sentia como en una nube mientras se abria camino entre la abarrotada pista de baile y se reunia con Damen en la cabina del pinchadiscos.El estimulante frenesi que le producia el mero hecho de encontrarse alli, de ser la protagonista del momento mas memorable de su vida y ahora, de su muerte era casi insoportable. era la razon por la que habia vivido y la unica y sola razon por la que habia muerto, y alli estaba, sucediendo ante sus ojos.
Charlotte saco a bailar a Damen pro Damen pensaba que lo decia bromeando pro el se dio cuenta de que no era asi. A Damen no dejaba de desconcertarle su conducta esquizofrenica, pero tambien le escandilaba.
Ella apoyo la cabeza en su hombro y se sintio encantada de que todos los miraran mientras avanzaban por la pista de baile.
Charlotte le recordo a Damen de que nunca se dieron el beso de la piscina mirando el reloj como se aproximaba la media noche.Damen le dijo que si, y le dijo Charlotte ya pro no llegamos a darnos el otro beso y le dijo Damen que tenian toda la noche y todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieren.
Ya, toda nuestra vida dijo Charlotte, hundiendo la cabeza en su hombro un poco mas.
Ven, aqui , Ojos verdes dijo el, levantando la barbilla de ella para que le mirara a los ojos.
¿Verdes? pregunto Charlotte
En ese mismo instante, Charlotte vio el reflejo de ellos en un espejo gotico de marco repujado que ella, a quien Damen veia y estaba a punto de besar.
Esto no esta bien dijo, apartendose. ¿De que hablas? pregunto Damen
Antes de que ella pudiera responderle se escucharon unos gritos de socorro provinientes de la casa encantada, y sonaban autenticos.comprendio que su amiga estaba en peligro.
Charlotte se vio atrapada en medio de una pesadilla cuanto Prue empezo a tirar la casa abajo literlamente.
Damen corrio hacia Scarlet una vez dentro de la casa encantada. y Charlotte llego a tiempo de contemplar con impotencia como el destino de sus amigos parecia ya sellado para siempre.
